Qué es Reiki

Es una técnica para canalizar la Energía Universal y armonizar cuerpo, mente y ser interno, creando una persona sana y equilibrada. Su uso puede ser específico, para dolencias puntuales, o general para crearnos armonía y reequilibrar nuestra energía.
Podemos aplicarnos Reiki a nosotros mismos o a otras personas y cualquier persona puede practicarlo. No es un "don" especial para privilegiados.
Es perfectamente compatible con cualquier tratamiento médico y puede actuar como complemento al mismo.

Está reconocido como Terapia Alternativa por la Organización Mundial de la Salud en el manejo del dolor y cuidados paliativos.
Todo el mundo puede recibir Reiki, embarazadas, ancianos, niños, personas muy enfermas y sentir alguna mejoría en su estado. Cualquier persona puede aprender y usarlo para sí misma o para otros.
En lesiones se usa para acelerar el proceso de cicatrización, reducir la inflamación en esguinces, sanar músculos desgarrados, quemaduras, etc.
Refuerza el sistema inmunológico frente a infecciones y enfermedades virales.
En caso de cáncer se usa para ayudar al organismo a mantener la fortaleza física necesaria para los tratamientos de la quimioterapia.
El estrés, la ansiedad, depresión y agresividad son otros casos en los que Reiki demuestra su efectividad.
Alivia los dolores de cabeza, la fatiga, resfriados y catarros, trastornos estomacales, torceduras y malestares cotidianos.
Reiki aporta la energía que el paciente necesita y pone en marcha los procesos que están bloqueados, mejorando la calidad de vida.
Esta energía va a la raíz del problema y el tratamiento suele oscilar entre 5 y 10 sesiones. La primera sesión tiene el objetivo de conseguir el equilibrio global energético. Las siguientes se centran en el problema concreto además de seguir con el aspecto general.